La dirección de Hispano Olivetti S.A., presentó el 17 de junio de 1981 la solicitud de rescisión de contratos al Ministerio de Trabajo argumentando la falta de rentabilidad de la fabricación de máquinas de escribir destinadas a la exportación. El expediente contiene una serie de medidas que deja sin ocupación a una parte muy importante de la plantilla.

Los trabajadores, ante tales medidas, deciden el 23 de junio, cesar en su actividad laboral, ocupar los puestos de trabajo y formar turnos de vigilancia ante las puertas de la factoría.

En la mente de todos sobrevuelan indicios de que Hispano Olivetti podría proceder al desmantelamiento de la Fábrica de Barcelona con traslado de maquinaria a México como centro mundial de fabricación de la máquina de escribir, decisión de Olivetti Italia, atraído por los bajos costos de producción

El 25 de junio, el comité de empresa de Hispano Olivetti hace entrega en la delegación de  Trabajo de Barcelona, del informe de oposición al expediente de la empresa por la negativa, entre otras cuestiones, a facilitar el desglose de las cuentas de explotación.

El comité de empresa aporta una alternativa de viabilidad  de reconversión de la factoría con la finalidad de asegurar la rentabilidad empresarial y el mantenimiento de los actuales puestos de trabajo, solicitando negociar entre la empresa, la Administración y los trabajadores y constituir  una comisión de estudio y aplicación de medidas concretas para el mantenimiento de la producción de la máquina de escribir portátil, incluyendo un estudio de la relación organizativa “personal indirecto-directo”, considerada muy elevada por cuestiones organizativas de la empresa, concluyendo que “los indirectos  pasen  a directos”, con el consiguiente aumento de la productividad, así como prescindir de la concesión de trabajos externos convirtiéndolos en internos.

La alternativa propuesta debe producirse por la responsabilidad de la Administración en poner en marcha el denominado Plan Informático Nacional. Con ese objeto se crearon en 1978 diversas comisiones al más alto nivel desde la Presidencia de Gobierno, sin que el Plan haya llegado a ver la luz. Esto impide que el mercado nacional tenga un atractivo de compra hacia las empresas con un buen nivel de producción y consiguiente nacionalización del producto, con el resultado, no deseado, que las grandes multinacionales se apropian del mercado nacional informático sin contrapartidas significativas sobre el empleo.

La inexistencia de dicho Plan Nacional viene a consolidar la posición de Hispano Olivetti para querer desmantelar sus instalaciones. Ante estas consideraciones y otras más técnicas, hace que los trabajadores muestren su disposición a negociar de manera conjunta con la Empresa, Administración central y Gobierno autonómico de Cataluña, un plan de reconversión a través de diversas medidas; organizativas, de producción, política salarial, regulaciones de empleo, jubilaciones anticipadas y bajas o excedencias voluntarias.

Dejamos en este punto la evolución de las negociaciones que, aún y todo, mantenidas con la voluntad de superación, con el esfuerzo de todos, significó un antes y un después en la evolución empresarial, agravado profundamente con la llegada de una recesión económica general que vino a complicar enormemente las cosas en una espiral de acontecimientos críticos que llevaron al cierre definitivo de la factoría en 1987

En Cerdanyola del Vallès (Barcelona), Olivetti, en un intento de continuidad, abrió un establecimiento productivo para el montaje de impresoras y otros dispositivos informáticos más actualizados con 300 trabajadores que cerró poco tiempo después por motivos similares.

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