» Mi estancia en Cádiz «
Recuerdo perfectamente mi regreso a Barcelona, después del S.IM.O, y la cara que puso mi familia al conocer la noticia. ¡NOS ÍBAMOS A CÁDIZ.! Por suerte, mi esposa Mari siempre me ha apoyado en todas mis decisiones; creo que aquí, sin falsa modestia, podría decirse que si detrás hay una gran mujer un hombre puede afrontar cualquier empresa.
Mi llegada a Cádiz fue a principios de Diciembre. Este primer viaje lo hice yo solo, para así poder iniciar mi nueva etapa sin ninguna clase de condicionante. A mi llegada fui, magníficamente atendido por el entonces director Ángel Torres ( e. p. d. ), que curiosamente había sido la persona que me entrevistó en el proceso de selección para entrar en Olivetti. Durante una semana, él y su esposa María me trataron con gran deferencia.
Ángel me presentó a una serie de personas significativas: El alcalde de Cádiz, Sr. Montes de Oca; el presidente de la Diputación, Fernando Portillo; el director comercial de Banesto, Sr. Mendoza; varios ingenieros de la factoría de Matagorda, Jorge Larrumbida, Pepe Eslava…; el director del Instituto de Enseñanza Media, Pedro Valdecantos, el cual posteriormente con UCD fue Ministro de Educación.
En fin, las fuerzas vivas de Cádiz, con lo cual mi introducción profesional fue mucho más fácil.
Hasta el 21 de Diciembre, fecha en la que regresé a Barcelona para despachar con la Dirección de Personal y al mismo tiempo ser recibido por el Director General, el Ingeniero Berla, me hospedé en el hotel París, hotel cercano a la sucursal y que facilitaba mucho más mi tarea evitando desplazamientos.
Durante estos días, en mi contacto con todo el personal, me hice una composición de la situación adicionalmente a lo que me habían comentado.
Efectivamente era la mayor de las tres sucursales que había en la provincia, las otras dos eran Jerez y Algeciras. La plantilla de la sucursal estaba formada por
1 Director: Jordi Calvet.
1 Vendedor M. C.: Sr. Concha.
1 Jefe de Grupo: Sr. García Sosvilla.
1 Especial B: Sr. Bonhome.
5 V. Distrito: Sres. Andrés, Bocanegra, Nieto, Torrejón y Ortega.
1 V. Provincia: Sr. Garrido.
4 Administrativos: Sr. Ramos, el cual no tenía ninguna tarea que desarrollar. Sr. Caldelas (Gestión de tienda y atención a clientes). Srta. Blanca (Contabilidad y Caja). Srta. Mari Carmen (Correspondencia, pedidos y archivo). Srta. Mari (Secretaría dirección).
1 Jefe de Taller: Sr. Escribano.
8 Técnicos: Sres. Torrejón, Camacho, Ramírez, Morales, Jiménez, Moreno, García Blanes y Rojas.
1 Almacén-Reparto: Sr. Prado.
1 Chofer: Sr. Sáez.
Como veis, podíamos confeccionar dos equipos de casi cualquier deporte, aunque aquí se trataba de conseguir los objetivos que se había marcado Olivetti.
A mi regreso a Barcelona, el día 22 de Diciembre me presenté al Sr. Ceballos y después de un breve despacho con él, fuimos recibidos por el Ingeniero Berla. Creo que es obvio comentar lo que imponía su presencia de patricio romano; perfectamente podría haber sido un galán de cine de la época.
La fecha del 22 fue cabalística para mi, en aquellas fechas la Dirección comunicaba a los directores sus emolumentos para el siguiente año y al mismo tiempo entregaba un cheque como recompensa a la labor desarrollada durante el ejercicio que finalizaba, (aún no se habían implantado los objetivos).
Mi sorpresa fue mayúscula, recibí un cheque de 30.000 pesetas.
Pasé las Navidades en casa con mi familia y el día 29 de Diciembre después de haber hecho el equipaje y embalado todos nuestros enseres, embarcamos en un avión con destino a Sevilla, donde Eusebio Sáez, mi chofer de Olivetti, nos esperaba con mi flamante Morris MG. Fue la única vez que utilicé sus servicios para una gestión particular.
En un próximo escrito comentaré mi estancia de un año en Cádiz.
Barcelona 6 de Octubre de 2008