La Divisuma 26 GT

Olivetti diseñó una calculadora para el futuro en 1967 que hoy sigue siendo insuperable

Antes de que las calculadoras cupieran en un reloj o una app, existieron engranajes que hacían magia con números. En esa época, la firma italiana Olivetti alcanzó su cumbre con la Divisumma 26 GT: una joya del diseño industrial que no sólo resolvía cálculos, sino que desbordaba personalidad.

Engranajes, palancas y un motor eléctrico de 50 W componían un mecanismo fascinante que permitía almacenar valores intermedios y totalizar con precisión.

Diseñada por Ettore Sottsass, esta calculadora mezclaba ingeniería suiza con vanguardia italiana, convirtiéndose en mucho más que una herramienta de oficina. Nacida en 1967 y con hasta 20 kilos de peso, la 26 GT era capaz de realizar operaciones complejas sin un solo chip.

Era una calculadora mecánica con alma de relojero, tan compleja por dentro como elegante por fuera. Lo que convirtió a la Divisumma en leyenda fue su carcasa colorida y futurista. Sottsass apostó por materiales translúcidos y tonalidades vibrantes que rompían con el gris institucional de la época. La calculadora se volvió una pieza de arte funcional y hoy figura en museos como el MoMA, admirada por diseñadores y nostálgicos.

Raquel Díaz Herreros

Redactora